Monte Perdido

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sábado, 9 de septiembre de 2017

La sierra de Guadarrama 101 años después

El año pasado hicimos una primera expedición de geocaching  temporal, buscando los emplazamientos exactos donde Obermaier y Carandell realizaron determinadas  fotografías de la sierra de Guadarrama. 

Este año, nos hemos adentrado en la antigua lengua del glaciar de Pepe Hernando buscando otros emplazamientos, sólo que esta vez no se cumplen 100 años exactos, sino 101. Accedimos al antiguo emplazamiento del glaciar por su morrena terminal actualmente escondida ya dentro del bosque. Posteriormente accedimos donde desemboca el arroyo por la morrena, donde se abre una bonita pradera de montaña con auténticas "Aigües tortes" o aguas tuertas, pero en miniatura.

La sierra de Guadarrama 101 años después


Lo más destacable de la crónica del libro de hace un siglo respecto al antiguo glaciar de Pepe Hernando es lo siguiente: 


Revela mejor aún que el anterior [Antiguo glaciar de la laguna de Peñalara] los detalles más insignificantes de una morfología alpina verdaderamente típica.  Las morrenas laterales, presentan el sello de lo reciente: tal es el estado de conservación que manifiestan las distintas partes del Hoyo de Pepe Hernando es el más intuitivo o didáctico.

Destacan que el fondo es una: Depresión elíptica que, limitada y exagerada por las espléndidas morrenas laterales, constituye el molde del glaciar cuaternario; esto es, la Hoya de Pepe Hernando.

Respecto a la morrena derecha indican:
La vegetación de retamas y enebros que sustituye a los pinos en la región alpina, falta allí, arrasada de seguro por algún fuego de los pastores. 

Morrena izquierda del glaciar de Pepe Hernando
Foto cortesía de Àlvaro Machuca.

En la actualidad no se observan enebros, pero si pinos jóvenes. Ponemos en duda que la falta de vegetación fueran los fuegos de los pastores, dado lo remoto de la zona. Los pueblos más cercanos estaban muy poco poblados, Rascafría 742 habitantes y Navacerrada 226. Los habitantes de esos pueblos tenían cotas más bajas para el ganado y mucho más a mano. Tampoco tiene mucho sentido que quemasen justo cuando pudiera subir el ganado. Además  con la cantidad de rocas que hay en la morrena los incendios se propagarían con mucha dificultad. Respecto a la morrena izquierda dicen:

Según se ha indicado también. Los pinos, luchando con los rigores de la altitud, jalonan la loma morrénica de manera que la destacan e individualizan aún más.
También debemos consignar el detalle de hallarse grandes  bloques erráticos en el final; la trocha por la cual se asciende en esta morrena izquierda pasa por entre dos moles graníticas enormes.
En el Hoyo de Pepe Hernando las morrenas antiguas simulan una breve prolongación de las recientes, y esto parece indicar que en los dos períodos de glaciación la topografía no varió, el cauce del glaciar moderno debió ser el mismo que legara el antiguo. 

Resulta curioso que hablen de los pinos luchando con los rigores de la altitud en la morrena terminal cuando en la actualidad dichos pinos suben sin problemas hasta la mitad del antiguo glaciar y hasta ocupan parte de su interior (ver foto).

Hoya de Pepe Hernando
La Hoya de Pepe Hernando en 1916 y en 2017.

También hablan de la distinción de las morrenas de la glaciación anterior a la última. Pudimos observarlas, aunque hoy quedan dentro de un denso bosque y es muy difícil darse cuenta de lo que se está observando si no se está advertido de antemano. 
Los pinos encontrados en la actualidad, tienen una morfología diferente a los fotografiados hace un siglo (Pinus sylvestris). Esto se pudo constatar con algunos ejemplares vivos y otros muertos con una disposición de las ramas más horizontal y caótica frente al pino más tipo conífera (abeto) de la actualidad. Los ejemplares jóvenes de Pinus sylvestris muestran esta morfología cónica que van perdiendo al hacerse centenarios. 

Pinus sylvestris en la sierra de Guadarrama.


La pequeña edad del hielo (PEH)

En las fotos de hace 100 años se observa que casi todos los pinos sobre la morrena izquierda, son pinos antiguos. Además los autores comentan que sufrían los rigores del tiempo, lo que sugiere que dichos pinos crecieron en condiciones más benignas que las que se encontraron hace 100 años, y se aprecia en las fotografías, que en aquella época, sobre la morrena izquierda apenas estaban creciendo pinos nuevos. Sin embargo, desde entonces las condiciones se han hecho de nuevo benignas lo que ha permitido a nuevos pinos crecer de nuevo, y subir de cota incluso por encima de la alcanzada anteriormente. En contra de esta hipótesis se puede decir, que en el libro no hay reseñas de que encontraran troncos secos a cotas altas. 

Dicha observación sugiere un clima algo más benigno anterior a 1916, teniendo en cuenta que el clima de los siglos anteriores estuvo encuadrado en la pequeña edad del hielo, este clima benigno podría ser el perteneciente a las últimas décadas del siglo XIX coincidente con el final de la PEH y podría ser que el clima riguroso de 1916 fuera una pequeña vuelta a las condiciones frías que enseguida retomó su camino ascendente a mayores temperaturas en las siguientes décadas.

Por otra parte, cabe suponer que dada la longevidad del Pinus sylvestris los troncos fotografiados por Obermaier y Carandell eran centenarios, de ser así, estos habrían crecido en algún momento del siglo XVIII, lo que habría que estudiar, pues dicho siglo coincide con la parte más rigurosa de la PEH. 

Estudios dendrológicos

Hemos buscado un par de estudios dendrológicos de la sierra de Guadarrama con el objetivo de identificar el momento en que cambian los patrones de crecimiento y relacionarlo con eventos climáticos o la incidencia de otros factores. El Pinus sylvestris en la vertiente norte  de la sierra de Guadarrama responde principalmente a la temperatura, sin que llegue a producirse un incremento del crecimiento como resultado  de efectos positivos del calentamiento en altitud.

Dendrocronología en la sierra de Guadarrama.
Reconstrucción de la climatología de la sierra de Guadarrama a partir de estudios dendrológicos

Los resultados de varias cronologías de Pinus nigra y Pinus sylvestris en la Sierra de Guadarrama frente registros meteorológicos suficientemente extensos de las estaciones más próximas (Navacerrada, Madrid y Segovia), son heterogéneos y poco estables y sólo ofrecen cierta coincidencia frente a las series climáticas de Navacerrada. Ésta es la estación más próxima que representa mejor el clima de alta montaña donde se sitúan las poblaciones arbóreas estudiadas pero también es el registro más corto y sus resultados pueden estar estadísticamente supravalorados.  

Registro de temperaturas del puerto de Navacerrada 1946-2016
Valores de temperatura del puerto de Navacerrada a partir de registros termométricos

Respecto a los valores termométrico del puerto de Navacerrada, se aprecia un ligero descenso de las temperaturas desde el comienzo de los registro en 1946 hasta 1972 aproximadamente, época en la que las temperaturas comienzan a subir de nuevo, llegando a superar los valores de 1946 en los últimos años de la serie. Siendo 2015 el más cálido de toda la serie. La media móvil de 30 años es claramente ascendente desde comienzos de la década de los años 80. Habiendo subido más de 1 ºC desde el comienzo de la serie.
En cuanto a los valores de las precipitaciones, se ha registrado un descenso apreciable, aunque en principio no determinante, pues queda lejos de la precipitación mínima que soporta el Pinus sylvestris que es de unos 600 mm anuales.

Precipitaciones puerto de Navacerrada


En definitiva: de los estudios dendrológicos no se pueden sacar conclusiones claras. Además se remontan a 1900 por lo que no se puede estudiar el fenómeno comentado anteriormente de los pinos centenarios sobre la morrena izquierda.

Geocaching una vez más

Continuando con nuestro ejercicio de geocaching, esta vez sí, conseguimios encontrar la roca exacta que aparece en el libro de 1916.


Glaciares de peñalara Obermaier y Carandell.


Hoya de Pepe Hernando, 1916-2017
La misma roca de 1916 fotografiada en 2017. Fotomontaje cortesía de Álvaro Machuca.

El mayor cambio que se aprecia una vez más, son los árboles. Justo detrás de la roca vimos un tronco seco que al principio nos pareció el mismo de la foto de 1916, pero posteriormente comprobamos que el patrón de las ramas no se corresponde.

Pinus Sylvestris muerto

Aunque este ejemplar ciertamente, parece llevar muerto muchos años y vivo otros tantos, pero no se aprecia en la foto antigua. Tampoco aparece en la foto actual desde el mismo ángulo, por lo que queda descartado como el ejemplar de 1916.

En una foto de satélite hemos encontrado un tronco caído que si podría corresponderse con el que aparece en pie, pero para comprobarlo habría que ir de nuevo a la zona a verificarlo. Aunque dado el ángulo en el que aparece, se trata de una hipótesis con escasas posibilidades.

Hoya de Pepe Hernando desde satélite.



La roca en cuestión se encuentra en la lengua de lo que fue el glaciar y se trata de un bloque errático dejado por el hielo en este lugar hace miles de años.

Morrenas glaciar Pepe Hernando.


En definitiva: con los datos de 1916 y los actuales, vemos que el cambio más evidente, es la subida de la línea de árboles, tal y como se puede apreciar  en la imagen de la portada.

Morrenas glaciar Pepe Hernando.


Conclusiones

Aunque los estudios dendrológicos no arrojan conclusiones claras, se hace evidente que mayores temperaturas medias están permitiendo a los árboles crecer varias decenas de metros por encima de la línea de árboles de hace un siglo. Estudiando el par de fotos de arriba casi se puede establecer un paralelismo roca a roca y árbol a árbol con el objetivo de identificar ejemplares antiguos, actualmente vivos o muertos. Esta primera expedición fue muy fugaz, pero a la vista de los resultados, queda pendiente una segunda expedición más centrada en buscar ejemplares concretos que aparezcan ya en 1916 y estudiar su estado actual.
Como indican Obermaier y Carandell en su libro, la hoya de Pepe Hernando contiene el registro geológico más definido y preciso de las huellas del antiguo glaciar que la originó, hemos querido simular como sería el glaciar hace unos 20.000 años y en internet hemos encontrado esto.

Glaciar de Pepe Hernando.
Recreación del antiguo glaciar de Pepe Hernando. Google earth.

Y también hemos tratado de recrear el posible aspecto del antiguo glaciar sobre una panorámica tomada durante nuestra expedición.

Recreación del antiguo glaciar de Pepe Hernando
Recreación del antiguo glaciar de Pepe Hernando realizada por Álvaro Machuca.

Referencias




Libro original de Obermaier y Carandell 




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