La estimación de que la
temperatura global no debe superar los 2º C por encima de la temperatura global
histórica para mantener el planeta sin desastres apreciables debidos al calentamiento
global, podría quedarse muy por encima de lo que el clima requiere. Pues se
están observando cambios que suceden mucho más rápido de lo previsto, por
ejemplo el derretimiento de la banquisa del océano glaciar ártico, la
liberación de metano encerrado en el permafrost (terreno permanentemente
congelado, incluso en verano) que se funde y el colapso de las barreras de
hielo de la Antártida.
Estos tres mecanismos entre otros
muchos, se conocen como mecanismos de realimentación positiva porque sus efectos
tienden a forzar el cambio (por ejemplo, a más liberación de metano, más calor
y más permafrost fundido que libera a su vez más metano) cada uno de estos tres
mecanismos podría llevar el calentamiento global muy por encima de los 2ºC que
se consideran seguros.
Alguno científicos piensan que si
los niveles de CO2 no se reducen por debajo de las 350 ppm (partes por millón)
el calentamiento podría quedar fuera de control de la humanidad. Actualmente la
concentración de CO2 es de 395 ppm aproximadamente. Una de las consecuencias
más palpables sería la subida del nivel del mar hacia el año 2.100 de entre 70 cm y 5 metros.